El cielo de Trehuaco lloró de pena. Bajo una intensa lluvia fueron despedidos los restos de Magaly Pedreros (20) y Marta Alarcón (43), quienes perdieron la vida el lunes en la mañana, cuando fueron arrolladas por el jeep que conducía el médico Jaime Astudillo, mientras esperaban locomoción en la parada de buses del cruce Cajón El Manzano a la altura del kilómetro 13 de la Ruta Nº 58.
Bajo un mar de gente, ambas mujeres, vecinas de toda la vida y muy queridas del sector El Peral, dijeron adiós en medio de sus seres más queridos. “Magaly era una joven muy tierna, súper buena y querida. Nos conocíamos de toda una vida, éramos buenos amigos. Y mi madre, una excelente mamá, siempre preocupada de sus hijos y me aconsejaba todo el tiempo, nos llevábamos muy bien”, comentó Danilo Acevedo, hijo de Marta Alarcón y mejor amigo de Magaly.
A las 13 horas. los restos de Marta fueron trasladados hacia la Iglesia Metodista Pentecostal en El Peral, donde se realizó un servicio religioso. Escoltada por sus cinco hijos, incluido Jeremy, el menor, y quien fue testigo de la tragedia, acompañaron a Marta. Lo mismo ocurrió con la joven Magaly.
En una misa realizada en la Parroquia de Trehuaco, las dos mujeres fueron sepultadas a la misma hora en el Cementerio Municipal, donde fueron despedidas por una multitud de vecinos de la comuna que las vio crecer.
En el puesto de Fernanda Romero en la Escuela Nueva América de Quirihue se encuentra un altar con su foto de ajedrecista. Sus profesores y compañeros la recuerdan como una excelente compañera y muy buena alumna.
“Las vueltas de la vida, mi hija quería estudiar Medicina y creo que nunca pensó que un médico le iba a arrebatar su vida. No creo que él haya querido hacernos daño”, comentó Clementina Sepúlveda, madre de Fernanda.
MULTITUDIANRIO ADIOS A FERNANDA ROMERO.
Con la Iglesia Metodista Pentecostal de Quirihue repleta, se realizaron hoy 20 de noviembre los funerales de Fernanda Romero Sepúlveda, joven de 14 años que falleció en un trágico accidente de tránsito la mañana del lunes, mientras esperaba locomoción.
Hasta ese lugar llegaron familiares, amigos, vecinos y conocidos, muchos de ellos quedaron afuera del templo porque el espacio se hizo chico, ocupando parte de la Alameda, por lo que carabineros, que en todo momento resguardó el orden público, suspendió el tránsito por esa arteria, habilitando solo una pista de la Avda. Prat.
Según estimaciones realizadas, se calcula entre 1000 a 1500 (incluso más) personas aproximadamente, las que acompañaron a la familia Romero Sepúlveda, en el último adiós a Fernanda, haciéndose presente también, algunos establecimientos educacionales como la escuela el Llano y su colegio, la escuela Nueva América, cuyos compañeros la custodiaron desde la entrada a Quirihue, hasta la iglesia.
COMUNICACIONES SECTOR Nº14
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